Nico tiene ahora 4 años y cuando nació era un bebé normal, muy bueno. Pero al cumplir los 9 meses algo se torció. Iba perdiendo tono muscular y desaprendiendo habilidades. «Ves como tu hijo deja de andar, de moverse, de comunicarse. Cómo va perdiendo poco a poco todas sus habilidades y capacidades» cuenta Carlos, su padre. Publicidad
Casi 3 años después le diagnosticaron Distrofia Neuroaxonal infantil, una enfermedad neurodegenerativa cuya evolución es dramática y la esperanza de vida está entre los 2 y los 10 años. La padecen unos 200 niños en el mundo. Leer más